El comercio en Internet aumenta a un ritmo vertiginoso; cada vez más aumenta el número de usuarios de Internet, y cada vez más aumentan las compras realizadas vía este medio.

Por lo que una buena oportunidad de negocio es crear una tienda virtual, ya sea para vender los productos que ya estamos vendiendo en nuestro negocio o empresa física, o para vender nuevos productos e iniciar un nuevo negocio.



Básicamente, una tienda virtual (o tienda online) es una página web en donde se exhiben productos, y ofrece la posibilidad de que los visitantes puedan comprarlos a través del pago vía tarjeta de crédito. Una vez realizado el pago, el producto puede ser descargado por el cliente, o se le es enviado a su domicilio.

En una tienda virtual se pueden vender toda clase de productos, aunque debido a cuestiones de seguridad y hábitos, algunos no llegan a tener tanto éxito como otros. Entre los productos más vendidos en las tiendas virtuales están los ebooks, softwares, prendas de vestir, discos, licores, artesanías, postales, regalos, etc.

A pesar de que una tienda virtual está diseñada principalmente para vender productos vía Internet, también cumple la función de promocionar los productos, la marca o la empresa. Además ofrece la posibilidad de que el visitante sepa cómo puede comunicarse con nosotros (por ejemplo, para solicitar mayor información), o sepa dónde puede ubicarnos físicamente.

Otra de las ventajas de tener una tienda virtual es que su creación suele ser sencilla y de bajo costo, funciona las 24 horas del día durante todos los días del año y, sobre todo, nos permite llegar a mercados ubicados en cualquier parte del mundo.

Para crear una tienda virtual, basta con poseer algunos conocimientos de diseño web, y hacer uso de programas tales como osCommerce, OpenCart o Zencart. Pero si no contamos con conocimientos en diseño de páginas web, entonces debemos contratar los servicios de algún diseñador profesional.

Al diseñar nosotros mismos, o mandar a diseñar nuestra tienda virtual, debemos tener en cuenta las siguientes consideraciones:
  • diseño profesional y atractivo: nuestra tienda virtual debe tener un diseño profesional y atractivo, es decir, debe contar con un diseño bien trabajado que proyecte la imagen de una empresa seria. Y, a la vez, debe contar con un diseño que atraiga al usuario y lo incite a la compra.
  • fácil y rápida navegación: la navegación de la tienda online debe ser sencilla, intuitiva y rápida, debemos procurar que el usuario pueda ubicar fácilmente los productos que busque, y que sepa en todo momento en qué sección se encuentra. Y, además, debemos procurar que las páginas de la tienda carguen rápidamente, evitando que el usuario pueda terminar aburrido de tanto esperar y decidir marcharse.
  • confianza y seguridad: en el mercado de habla hispana aún existe cierta desconfianza al comprar en Internet, por lo que debemos procurar que el visitante se sienta seguro al momento de realizar sus compras. Para ello, podemos hacer uso de algún certificado digital que garantice que la información del cliente no sea interceptada por terceros y se mantenga confidencial.
  • datos de la empresa: otra forma de crear la sensación de confianza y seguridad en el usuario es realizando una clara descripción de nuestra empresa, la cual debe incluir nuestros principales datos, tales como dirección física y teléfonos.
  • información de los productos: los productos que exhibiremos en nuestra tienda virtual, además de que deben contar con una imagen atractiva, también deben contar con una buena descripción que resalte sus principales características o beneficios. Además, debemos señalar claramente el precio del producto (incluyendo impuestos y costos de envío), y las condiciones de entrega (formas y plazos).
  • alternativas de pago: nuestra tienda debe ofrecer varias alternativas de pago. Puede haber clientes que por no encontrar alguna alternativa, decidan buscar el producto en la competencia. Por lo que además de brindar la posibilidad de poder pagar con tarjeta de crédito, también debemos ofrecer otras alternativas de pago, tales como depósito bancario, transferencia bancaria, envío de dinero a través de alguna agencia internacional, etc.