Más que ningún otro artículo, el de Micronaciones despertó una encendida polémica en la lista donde se publicó: los contadores defendían el pago de impuestos, los nacionalistas hablaban sobre patria, los políticos criticaban al gobierno y los libertarios querían poner manos a la obra. La siguiente nota trató de volver a poner el foco en los cibernegocios.

Me alegra haber despertado un poco de polémica con el artículo Micronaciones. Parece que toqué un punto sensible de los lectores. No voy a avanzar más en este sentido, ya que era un artículo muy especulativo, apropiado para el fin de año, y estoy abocado a otros temas más terrenales. Pero quiero redondearlo con algunas apreciaciones.

Creo que algunos lo tomaron por el lado ético, otros por el lado nacionalista, otros por el económico, y realmente se trata de todas esas cosas. No todos han tomado conciencia de las implicancias que tendrá la red para la forma de vida de los ciudadanos del 2000. Y estoy hablando de muy pocos meses, o cuando sea que la población conectada a velocidad decente alcance "masa crítica".

Lo de micronación es una de las formas que puede tomar una red de personas economicamente activas. Y me parece más sano ser participante de una micronación con un elevado contenido ideológico y político, que ser parte de una red centrada en una persona, en un culto, en un fanatismo o fundamentalismo, en una empresa comercial, etc. Todas estas redes son formas necesarias de organización humanas, basadas en el modo en que facilitan el intercambio de información entre sus miembros. Y por lo tanto pronostico que van a proliferar en el futuro. Viva la Internet entonces, porque los ciudadanos libres la tendrán y podrán elegir con quien hacer "networking" o redificación; mientras que los pobres (pobres económica e informáticamente) se limitarán a la Intranet de su empleador, o de aquel que domine su capacidad de redificación. O a la nada.

Imaginemos un culto o partido politico que otorga a los asociados acceso excluyente a la Intranet de la entidad, de contenidos rigurosamente controlados.... Que a través de cookies y tracking de avisos clikeados controla la navegación. Que lee los emails.  Si alguien leyó a Orwell en su libro 1984, deberá reemplazar un par de términos: 1984 podría ser 2004; el " hablaescribe" se llama Dragon Dictate o IBM Voice Type; y la pantalla mediante la cual el individuo era controlado se llama videoconferencia.

Respecto a no pagar impuestos, reconozcamos que si uno puede elegir, los paga en el pais que le conviene, por los motivos que fuere. El turista elige su destino en gran parte por motivos sentimentales, y al llegar paga todos los impuestos que le tocan.

Uno de mis planteos es: que va a pasar cuando el 60% de las compras de una familia tipo sean de información pura (educación, entretenimiento, teletrabajo), y sea posible comprarla por la red en el país que uno desee... Vamos a ser más ciudadanos del ciberespacio que de nuestros propios países. Y supongamos que yo establezco una comunidad virtual que trata de venderle a sus integrantes la mayoría de ese consumo. Es casi una micronación...
 
Pensemos que el comercio en Internet permite a algunos de nuestros empresarios Pyme superar la desventaja de vivir en la periferia del mundo.

Les aconsejo a los ciberEmprendedores que redifiquen, construyan una micronación para sus clientes, y les cobren buenos impuestos... Un saludo.

LINKS
·         Proyecto Alfistia.
·         Principado de Orange, entre Brasil y Guyana.

Qué poderosas son las comunidades virtuales, que hasta pueden convertirse en naciones, aunque sea de juguete...
En base a pequeños países cuya existencia es reconocida, algunos visionarios emprendedores crearon el negocio de los dominios alternativos. La isla de Cocos cedió el uso de su dominio .co , la isla de Tonga el .to, Tuvalu el .tv, etc. Algunos de estos dominios alcanzan cotizaciones altísimas.
Hace poco un grupo de astutos comerciantes y estafadores se apropiaron de una vieja plataforma de fuego antiaéreo remanente de la Segunda Guerra Mundial, en el canal de la Mancha. Discretamente declararon el establecimiento del principado de "Sealand", y hicieron su negocio emitiendo títulos diplomáticos y nobiliarios, pasaportes, estampillas y otros papeles de valor igualmente dudoso. Tráfico de armas, pedidos de créditos y falsas influencias completaban el panorama.  (http://www.clarin.com.ar/diario/2000-05-27/s-04815.htm). Terminaron presos, pero los planteos siguen vigentes: ¿cuánto más fuertes serán las comunidades virtuales que las naciones?
¿Como serían las guerras entre ellas. ¿Habrá alguna micronación que quiera invadir a otra? ¿O que propague el odio o la discriminación micro-nacional? ¿Cuáles serán las armas de las ciber-guerras? Quizá el mail-bombing (mandar mails en cantidad) o el hacking? Con 200 naciones el mundo real está lleno de conflictos. Que pasaría con 200,000 micronaciones en el mundo virtual?
¿Será fácil inmigrar y emigrar, o se construirán muros virtuales? ¿Cuánto tardarán los ciber-marketers en ofrecer naciones virtuales llave en mano? El cliente podría ser Emperador, Presidente o Gurú Supremo, y tener estampillas, heráldica, leyes y demás virtualidades.
¿Podremos irnos de una micronación dejando montones de deudas, y contruir una nueva identidad en otra? ¿Será Fredonia un paraíso fiscal? ¿Tendrán deuda externa en Alfistia? ¿Hablarán algún idioma comprensible en Orange? ¿Serán tan liberales como parecen Amador,  Laputa o Las Conchas? ¿Cómo se viaja a Mayote, Montserrat, Nauru, Niue, Tokelau? ¿estarán aún vigentes los sitios de Hassmoria ,  Asphyxia, Barnstorvia , Choconya, Bergonia , Cyberia y Zzanduria ?
Quizá nos veamos por allí.